Ambientación.

Transcurrió casi un siglo. En la ciudad, los avances tecnológicos, las modas y tendencias, el estilo de vida cambiaban constantemente, transformando todo cuanto había en algo más novedoso. Todo cuanto perseguía la seguridad siempre dejaba un resquicio para el peligro. Sin embargo, en la villa todo permaneció constante, sin cambios. Estancados en una época y un modo de vida que no avanzaba, ajenos a todo cuanto hay más allá del bosque.

Para asegurarse de que ningún miembro de la comunidad se expusiese a los terribles peligros de la ciudad el consejo decidió mantener la mentira acerca de “aquellos de quienes no hablaban”. Acordaron que cada primogénito debía tomar el testigo, el secreto que los mantenía alejados del bosque, y transmitirlo así a sus primogénitos por el bienestar de la comunidad.

Y así hasta la cuarta generación. Damián Hunt, bisnieto de Ivy Walker y Lucius Hunt, acaba de conocer su destino como monstruo. Sus padres le acaban de desvelar el fundamento de sus miedos y su destino como guardián de la villa, junto con otros vecinos.

A Philadelphia acaba de llegar una nueva chica. A simple vista es alguien de quien poder reírse o eso han debido pensar los jóvenes del lugar. Su apariencia y comportamiento ingenuo, confiado y algo deficiente mentalmente le llevan a ser objeto de bromas. La broma les salió mal a todos, terminaron perdidos y siendo testigos del secreto de la villa, convirtiéndose en nuevos vecinos de forma temporal, o no. Haciendo que se tambaleen los cimientos sobre los cuales se construyó la vida más allá del bosque.

Como los aldeanos empiezan a tener deseos de salir de la villa, fomentados por la llegada de los ciudadanos, se han empezado a tomar medidas drásticas, están apareciendo cadáveres y el secreto... Podría ser revelado.